12 de julio de 2011

Primera Misa en Caldera de Taburiente

¿ANOMALÍAS EN EL CLERO? A VECES, TAMBIÉN

por Miguel Leal Cruz

El pasado martes 8M el rotativo, palmero en origen, Diario de Avisos, publica una semblanza laudatoria referida al filántropo periodista Víctor Rodríguez Jiménez que firma G. Gulesserían. A este respecto sólo apuntar que conocimos al salesiano Víctor Rodríguez, también paisano originario de Todoque (Los Llanos de Aridane) que fue amigo de Miguel Leal González un buen hombre a más de religioso nato, gran persona ya desaparecida, que le auxiliaba en tareas de culto al igual que a su homólogo Rvdo. José Pons... Tal como se escribió en un blog de La Orotava, Terulia Villera (texto que no encontramos), en reseña al efecto (tampoco se alude en la citada alabanza aparecida en DA), se decía: este inquieto religioso en vida (Víctor Rodríguez), con la colaboración de mi progenitor, y con otros amigos, celebró una primera misa en el paraje natural de La Caldera de Taburiente, iniciativa que albergaba desde sus años de seminario según manifestó él mismo. En efecto, por los años sesenta del pasado siglo, tuvo lugar dicho acto de culto en las faldas del peligroso Roque Idafe, promontorio éste que, a su vez, utilizaron los pobladores benahoritas en la celebración de los suyos. Dejaron constancia documental del acto, y sin hacer apenas comentario público al respecto. Sin embargo, el párroco de la Iglesia de Los Llanos de Aridane, precisamente originario de La Orotava, Don Santiago Hernández, celebró otra misa con más boato en el lugar conocido por Las Dos Aguas donde construyeron una especie de monumento, que persiste, conmemorativo de este acto litúrgico considerado como la primera misa…, y así consta en postales y documentos al efecto. El bueno de Don Víctor, calló y acató la decisión…, que Don Blas Santos, conocido como El Cura de Mazo, coronel castrense, doctor en Teología, también periodista y otras cosas, dijo (a éste que escribe) que la primera misa fue la de Don Santiago, porque disponía de todos los requisitos legales, pero no la de Don Víctor quién ni siquiera pidió permiso al Obispo, como es preceptivo, parece. Y Dios, con su infinito poder, mirando y oyendo estas cosas terrenales… Pero tampoco, en la citada semblanza, se alude a otro libro del periodista salesiano en el que analiza la vida de otro sacerdote modélico destinado en La Palma, libro editado bajo título de “José Pons. Biografía y Testimonio”, dedicado enteramente a la vida y obra de este sacerdote ejemplar al que, a su vez, pretendió contribuir en su iniciada canonización, sin éxito alguno. Sí recoge, el citado blog, que a Don Víctor Rodríguez se le ha abierto Expediente de distinción, citado el 10 de marzo presente, en el Ayuntamiento de los Llanos de Aridane, población de su nacimiento, actos que tuvieron lugar este pasado domingo 13M, por la importante labor social realizada durante los años 70 del pasado siglo en los altos de la Orotava, a través de la constitución de asociaciones de vecinos, la protesta pacífica y la creación de una formación política (AIO), lo que supuso salir de la marginación a más de quince mil personas de aquella zona. En la tramitación de dicho expediente de reconocimiento y distinción han sido fundamentales la iniciativa y el apoyo del profesor don Pedro Nolasco Leal Cruz, doctor en filología inglesa del departamento de filología inglesa y alemana de la universidad de la Laguna, convecino y amigo personal de don Víctor, quien recientemente ha traducido al español "la historia de la conquista de las islas canarias" según el británico George Glas cuyo libro presentó en el Ayuntamiento de la Orotava el 27 de enero pasado. Si bien, consideramos más justa otra alusión laudatoria a él dedicada, en DA el pasado año, que firma Isidoro Sánchez otro norteño ilustre.

Cuando nos dice en párrafo referido al mismo: “… tengo obligatoriamente que destacar al fallecido sacerdote salesiano Don Víctor Rodríguez Jiménez …, a quien ya distinguió el Ayuntamiento de la Villa de La Orotava, con el título de "Villero de Honor", por su impresionante y efectiva labor social durante los años 1970 entre los más de diez mil necesitados de Los Altos, a los que hizo conscientes de su identidad para que colaboraran en la solución de sus gravísimos problemas de agua, luz, vivienda, comunicaciones, escuelas, sanidad...”. Esto es lo que hay.

Distinguido por el Ayuntamiento de la Orotava por su labor en Los Altos

Puede ver este mismo artículo publicado en La Opinión de Tenerife pulsando aqui

No hay comentarios:

Publicar un comentario