12 de julio de 2011

EL CASO DE LA BASE DE ROTA

PERIODISMO HISTÓRICO
Por Miguel Leal Cruz
Ante el nuevo protagonismo de LA NATO, retomamos artículo semanal para este medio referido a la memoria policial a editar, en concreto el hecho anecdótico que tuvo lugar (primeros años de la década de los setenta pasados) en el interior de la base americana que disponía (y dispone) la flota americana para el Mediterráneo. Ahora constituye otro salvoconducto de paz en lo que se intuye (vaticinan) como origen de una tercera guerra mundial entre islamistas y no islamistas…, Fidel Castro dixit en sus reflexiones, precisamente en una de las frontera de ambas posturas con un Magreb turbulento.
Como sabemos, consecuencia del Convenio de defensa y ayuda económica entre el Gobierno Eisenhower y el de Franco a partir de septiembre de 1953 (que salvó a este de previsible caída política en unos momentos sumamente álgidos para el régimen), surgió entre otras la base aeronaval conjunta de Rota, en el litoral oeste de la localidad gaditana que lleva su nombre.
En aquellas enormes instalaciones surgió el incidente en la que no fuimos ajenos. Regresaba de vacaciones desde Barcelona vía Sevilla conduciendo el vehículo que había de embarcar en el buque "Ernesto Anastasio" desde el puerto de Cádiz vía Gran Canaria, Tenerife y destino a La Palma (mientras mi familia tomaba el avión). En las proximidades de la famosa base recogimos una mujer que hacía "autostop", nada sospechosa y de buen ver. Como programa de viaje decidimos visitar las instalaciones del emporio bélico (y social) hispano norteamericano. Nos adentrarnos por una puerta, al parecer secundaria en la que no existía personal alguno. Sorteamos la garita que guardaba las instalaciones militares de acceso al amplio perímetro (rodeado por sólida valla metálica de 8 kilómetros), sin que nadie lo impidiera. Conduciendo el Volvo-144 recorrimos varias de las vías, de los 130 kilómetros de carretera interior que disponía, en principio sin problema alguno. Apreciamos la vida de los norteamericanos (residen en total, aún hoy, casi diez mil con sus familias, aparte el personal español), militares por todos sitios, armamento, sólidas estructuras, una sargenta de color haciendo "footing", fuerte olor a salchichas y a otras diversas frituras. En estos momentos se puede acceder libremente a los restaurantes y otros sitios de ocio en lugares restringidos, incluso deportivos, pero no en aquellas fechas.
Tras una media hora de recorrido divisamos la puerta de salida, de mayor categoría que la primera por la que pretendía salir. Nos obligó a parar uno de los militares americanos al que se apreciaba autoridad y rango quien se quedó extrañado de nuestra presencia en el lugar. Me preguntó en un mal español de dónde procedía. Le hice ver que habíamos accedido por la puerta oeste sin problema alguno… Me ordenó estacionar el vehículo y cuando aprecié que la cosa no iba bien le dije que era policía español que visitaba la base como particular y por curiosidad intelectual, pero el obsecado militar no soltaba prenda. Cuando me identifique lo aprecié más calmado. Si bien cuando miró en el interior del vehículo y descubrió entre los asientos delanteros la cámara super-ocho de mi propiedad (marca Eumig de fabricación austriaca que hacía muy buenas películas), pero no el arma reglamentaria bajo el asiento; me obligó a bajar del coche, tal vez sospechando fuera un agente enemigo del espionaje (en plena guerra fría).
Aprecié la presencia del puesto de la Guardia Civil como refuerzo de la puerta de acceso en el perímetro exterior. Requerí al Sargento y le expliqué el caso; habló con el militar americano en cuestión, pero éste no quedó convencido. Al fin el compañero de la Guardia Civil le dijo "que (yo) era hijo de un Comisario de Policía amigo de los mandos americanos" y entonces sonriente sí accedió, saludó y nos permitió salir. Me despedí del Sargento al que agradecí su intervención y magnífica "engañina" que me salvó de una comprometida situación, y al que llamaré siempre mi otro Ángel Custodio.
Reflexionando me pregunté ¿si esto ocurre en territorio español cómo sería en Guantánamo? Es claro que los Estados Unidos han llegado a ser la primera potencia mundial (casi en todos los órdenes) hasta hoy, por uso de dicha metodología. En sólo 240 años, tras insurrección contra la madre patria: Gran Bretaña; y en desigual enfrentamiento con indios, franceses, españoles, mejicanos, cubanos y otros, han alcanzado aquel objetivo "manifiesto"; ahora como gendarmes del Mundo, si bien en estos momentos les está fallando "la porra", que tampoco es bueno para la paz mundial.
Así se entiende el por qué un antepasado despotricaba hace años, referido a sus continuos contactos con norteamericanos en Cuba. Repetía con frecuencia: "Gringos" entrometidos, "cerdos yanquees"... Y los nietos nos preguntábamos siendo mozalbetes: ¡¿qué le habrán hecho a este hombre aquellos hermanos de Cuba…?!

1 comentario:

  1. Evidentemente, la base de Rota permanece en las mismas condiciones para las que fue creada durante la etapa historia de Franco-Eisenhower, cuáles son la protección del Mediterraneo

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