Por Miguel Leal Cruz
En
conferencia del que fue director de la Biblioteca “José Martí” de Cuba
habida hace unos cuatro años en el Museo de La Historia de nuestra
ciudad Patrimonio de la Humanidad: La Laguna, y que versaba en
torno a las “bondades” de la Cuba revolucionaria, VS “barbaridades”
Usa, su autor Eliades Acosta Matos, buen amigo y de origen isleño, caído
en desgracia en aquel régimen sui géneris (al que mandaron un ciclista
con la destitución inapelable, parangonando el motorista que enviaba
Franco a los altos cargos cesantes), éste nos dijo en un momento
determinado: Tu artículo “El Caso de la Base de Rota” es un gran mensaje
que no tiene desperdicio… Me pareció bien en aquel momento,
argumentación que retomamos ahora para este medio Cuba Nuestra
Internacional, a la vista de la palpitante actualidad noticiable que
este asunto tiene en polémicos momentos para el consabido escudo de
misiles, del que dicha base española forma parte, de carácter defensivo
persuasorio o disuasorio contra potenciales enemigos indeterminados, en
este momento. Es sabido que Rodríguez Zapatero dio visto bueno, ante
este alto Organismo defensivo, recientemente en la reunión de Lisboa al
ser España fundamental debido a su situación geográfica.
Decíamos
que: Ante el nuevo protagonismo de La NATO (susodicha OTAN), retomamos
otra colaboración para este medio referido a la memoria policial a
editar, en concreto el hecho anecdótico que tuvo lugar (primeros años de
la década de los setenta pasados) en el interior de la base americana
que disponía (y dispone) la flota americana para el Mediterráneo. Ahora
constituye otro salvoconducto de paz en lo que se intuye (vaticinan)
como origen de una tercera guerra mundial entre islamistas y no
islamistas (con otros…) Fidel Castro dixit en sus reflexiones,
precisamente en una de las frontera de ambas posturas con un Magreb
turbulento.
Como sabemos, consecuencia del Convenio de defensa y ayuda económica entre el Gobierno Eisenhower y el de Franco a partir de septiembre de 1953 (que salvó a este de previsible caída política en unos momentos sumamente álgidos para el régimen), surgió entre otras la base aeronaval conjunta de Rota, en el litoral oeste de la localidad gaditana que lleva su nombre.
Como sabemos, consecuencia del Convenio de defensa y ayuda económica entre el Gobierno Eisenhower y el de Franco a partir de septiembre de 1953 (que salvó a este de previsible caída política en unos momentos sumamente álgidos para el régimen), surgió entre otras la base aeronaval conjunta de Rota, en el litoral oeste de la localidad gaditana que lleva su nombre.
En
aquellas enormes instalaciones surgió el incidente en la que no fuimos
ajenos. Regresaba de vacaciones desde Barcelona vía Sevilla conduciendo
el vehículo que había de embarcar en el buque "Ernesto Anastasio" desde
el puerto de Cádiz vía Gran Canaria, Tenerife y destino a La Palma
(mientras mi familia tomaba el avión. Como programa de viaje decidimos
visitar las instalaciones del emporio bélico (y social) hispano
norteamericano. Nos adentrarnos por una puerta, al parecer secundaria en
la que no existía personal alguno. Sorteamos la garita que guardaba las
instalaciones militares de acceso al amplio perímetro (rodeado por
sólida valla metálica de 8 kilómetros), sin que nadie lo impidiera.
Conduciendo el Volvo-144 recorrimos varias de las vías, de los 130
kilómetros de carretera interior que disponía, en principio sin problema
alguno. Apreciamos variados aspectos de la vida de los norteamericanos
(residen en total, aún hoy, casi diez mil con sus familias, al parecer,
aparte el personal español), militares por todos sitios, armamento,
sólidas estructuras, una sargenta de color haciendo "footing", fuerte
olor a salchichas y a otras diversas frituras. En estos momentos se
puede acceder libremente a los restaurantes y otros sitios de ocio en
lugares restringidos, incluso deportivos, pero no en aquellas fechas.
Tras una media hora de recorrido divisamos la puerta de salida, de mayor categoría que la primera por la que pretendía salir. Nos obligó a parar uno de los militares americanos al que se apreciaba autoridad y rango quien se quedó extrañado de nuestra presencia en el lugar. Nos preguntó en un mal español de dónde procedía. Le hice ver que habíamos accedido por la puerta oeste sin problema alguno… Me ordenó estacionar el vehículo y cuando aprecié que la cosa no iba bien le dije que era policía español que visitaba la base como particular y por curiosidad intelectual, pero el obcecado militar no soltaba prenda. Cuando me identifique lo aprecié más calmado. Si bien cuando miró en el interior del vehículo y descubrió entre los asientos delanteros la cámara súper-ocho de mi propiedad (marca Eumig de fabricación austriaca que hacía muy buenas películas), pero no el arma reglamentaria bajo el asiento, menos mal ¡…! Por ello nos obligó a bajar del coche, tal vez sospechando fuera un agente enemigo del espionaje (en plena primera guerra fría).
Apreciamos la presencia del puesto de la Guardia Civil como refuerzo de la puerta de acceso en el perímetro exterior. Requerí al Sargento y le expliqué el caso; habló con el militar americano en cuestión, pero éste no quedó convencido. Al fin el compañero de la Guardia Civil le dijo "que (yo) era hijo de un Comisario de Policía amigo de los mandos americanos" y entonces sonriente sí accedió, saludó y nos permitió salir. Me despedí del Sargento al que agradecí su intervención y magnífica "engañina" que nos salvó de una comprometida situación, y al que llamaré siempre mi otro Ángel Custodio.
Reflexionando nos preguntamos ¿si esto ocurre en territorio español cómo sería en Guantánamo? Es claro que los Estados Unidos han llegado a ser la primera potencia mundial (casi en todos los órdenes) hasta hoy, por uso de dicha metodología. En sólo 240 años, tras insurrección contra la madre patria: Gran Bretaña; y en desigual enfrentamiento con indios, franceses, españoles, mejicanos, cubanos y otros, han alcanzado aquel objetivo "manifiesto"; ahora como gendarmes del Mundo, si bien en estos momentos les está fallando "la porra" (tolete en Cuba), que tampoco es bueno para mantener estabilidad y paz mundial.
Así se entiende el porqué un antepasado despotricaba hace años, referido a sus continuos contactos con norteamericanos en Cuba. Repetía con frecuencia: "Gringos" entrometidos, "cerdos yanquees" (sic) ..., por esto los nietos nos preguntábamos siendo mozalbetes: ¡¿Qué le habrán hecho a este hombre aquellos hermanos de Cuba…?! Parece que los norteamericanos en la isla, que mantenían el dominio comercial sin apenas competencia, perjudicaban las ventas en el modesto drugstore de nuestro ancestro en Florida de Camagüey.
Tras una media hora de recorrido divisamos la puerta de salida, de mayor categoría que la primera por la que pretendía salir. Nos obligó a parar uno de los militares americanos al que se apreciaba autoridad y rango quien se quedó extrañado de nuestra presencia en el lugar. Nos preguntó en un mal español de dónde procedía. Le hice ver que habíamos accedido por la puerta oeste sin problema alguno… Me ordenó estacionar el vehículo y cuando aprecié que la cosa no iba bien le dije que era policía español que visitaba la base como particular y por curiosidad intelectual, pero el obcecado militar no soltaba prenda. Cuando me identifique lo aprecié más calmado. Si bien cuando miró en el interior del vehículo y descubrió entre los asientos delanteros la cámara súper-ocho de mi propiedad (marca Eumig de fabricación austriaca que hacía muy buenas películas), pero no el arma reglamentaria bajo el asiento, menos mal ¡…! Por ello nos obligó a bajar del coche, tal vez sospechando fuera un agente enemigo del espionaje (en plena primera guerra fría).
Apreciamos la presencia del puesto de la Guardia Civil como refuerzo de la puerta de acceso en el perímetro exterior. Requerí al Sargento y le expliqué el caso; habló con el militar americano en cuestión, pero éste no quedó convencido. Al fin el compañero de la Guardia Civil le dijo "que (yo) era hijo de un Comisario de Policía amigo de los mandos americanos" y entonces sonriente sí accedió, saludó y nos permitió salir. Me despedí del Sargento al que agradecí su intervención y magnífica "engañina" que nos salvó de una comprometida situación, y al que llamaré siempre mi otro Ángel Custodio.
Reflexionando nos preguntamos ¿si esto ocurre en territorio español cómo sería en Guantánamo? Es claro que los Estados Unidos han llegado a ser la primera potencia mundial (casi en todos los órdenes) hasta hoy, por uso de dicha metodología. En sólo 240 años, tras insurrección contra la madre patria: Gran Bretaña; y en desigual enfrentamiento con indios, franceses, españoles, mejicanos, cubanos y otros, han alcanzado aquel objetivo "manifiesto"; ahora como gendarmes del Mundo, si bien en estos momentos les está fallando "la porra" (tolete en Cuba), que tampoco es bueno para mantener estabilidad y paz mundial.
Así se entiende el porqué un antepasado despotricaba hace años, referido a sus continuos contactos con norteamericanos en Cuba. Repetía con frecuencia: "Gringos" entrometidos, "cerdos yanquees" (sic) ..., por esto los nietos nos preguntábamos siendo mozalbetes: ¡¿Qué le habrán hecho a este hombre aquellos hermanos de Cuba…?! Parece que los norteamericanos en la isla, que mantenían el dominio comercial sin apenas competencia, perjudicaban las ventas en el modesto drugstore de nuestro ancestro en Florida de Camagüey.
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