22 de octubre de 2009

CUBA Y TRANSICIÓN ¿A LA ESPAÑOLA?

Por Dr. Miguel Leal Cruz

Publicado en La Gaceta de Canarias. Julio de 2008

Durante el pasado aniversario del asalto al Cuartel Moncada, 26 Julio de 1953, hecho mítico en la filosofía revolucionaria cubana, Fidel Castro no compareció en los actos en forma alguna: Ni personal ni a través de mensajes… Es a decir de cubanos en el exilio una prueba evidente de su alejamiento físico del poder, confirmado poco después en su 81 cumpleaños.

El pasado día 31, julio, en Cuba TV Internacional, sat 305, Raúl Castro afirma que la revolución (cubana) será eterna (y Fidel saltó a la palestra replicando -¿él?- en Granma a aquellos que “añoran” su presencia activa). Lo será como lo ha sido la francesa o la bolchevique… cuyas filosofías sociales se han dilatado en el tiempo. La teoría con base social perdurará…, con bastantes detractores según edita Docu TVE, sat. 67, estos pasados días, al igual que la TV portuguesa (304).

Este prólogo nos hará reflexionar para hacer cábalas en torno al inmediato cambio político que sin duda tendrá lugar (ya se ha iniciado) en la isla antillana. En su virtud ya se ha dicho que la otrora llamada Perla tropical ha sido objeto de fuertes huracanes y avatares (meteorológicos) con graves daños materiales y perjuicios económicos, lo que unido al controvertido embargo yanqui, que con altas y bajas perdura desde 1960, la situación se hace aún más polémica e insostenida política... (y económicamente).
Recordamos cómo el mandatario cubano no asistió a la Cumbre Iberoamericana de Salamanca (en 2006), a pesar de la garantía de total normalidad jurídica a su persona ofertada por la vicepresidencia del Gobierno español. No obstante, el Secretario de Estado, Fernando Moraleda, dijo que la confirmación de asistencia de los presidentes invitados “correspondía en última instancia con sus propias decisiones y agendas en sus respectivos países…” tratando de justificar de esta forma su polémica ausencia.
Se considera que la misma obedeció, tal vez, a la sentencia del Tribunal Constitucional, al consagrarse el principio de jurisdicción universal de la justicia española que permite aplicar, entre otros, al régimen cubano y a sus responsables la referida doctrina constitucional al existir víctimas o perjudicados españoles en distintos momentos del proceso revolucionario castrista.
A todo esto se sumaba la demanda presentada en tribunales españoles por la Unión Liberal Cubana y la Asociación de Cuba en Transición que apoyan los disidentes cubanos Carlos Alberto Montaner y Antonio Guedes, respectivamente, basada en delitos de genocidio y de lesa humanidad contra el propio Fidel y responsables destacados.

Es aquí donde surge la controversia, toda vez que siempre prima la inmunidad de “cualquier” jefe de Estado en activo versus la aplicación de leyes internacionales sobre su seguridad personal. Distinto sería si Castro dejara el poder o fuera derrocado por alguna circunstancia. Ya se cuida él muy bien que esto no ocurra al conocer de forma clara que será enjuiciado, tanto en Cuba como en determinados países democráticos. Augusto Pinochet es un buen ejemplo que tendrá “in mente” el dictador (otros dicen que no) que más tiempo ha mantenido el poder de cuantos han existido en la historia conocida.

¡Elemental, querido Watson!

Si bien, en las conclusiones de aquel Encuentro, Fidel Castro obtuvo otra victoria moral referida a la política económica, comercial y financiera que los Estados Unidos ha impuesto a Cuba prácticamente desde el año 1959. Quedó claro que más que bloqueo es un embargo, a pesar de semejanzas semánticas, el aplicado por el “Tío Sam” desde el mandato de Eisenhower.
Ya se ha dicho que este presidente auspició la caída de Batista, desde la sombra, a raíz de la entrevista personal llevada a cabo a Fidel Castro por el polémico periodista de talante progresista Herbert Mattews en su propio santuario (Sierra Maestra), ampliamente difundida por el New York Times y Paris Match. La falta de apoyo al régimen cubano aglutinó fuerte movimiento en torno al líder revolucionario que logra el triunfo en enero de 1959. Tras momentos de incertidumbre, unido a la falta de táctica de los dirigentes norteamericanos (o por estrategia prefijada por Castro en un peligroso momento de la “guerra fría”), el nuevo régimen, no comunista en principio, reorienta hacia países del Este enemigos directos de Estados Unidos. Dará lugar a una peligrosa confrontación y a la “estatalización” de propiedades cubanas y norteamericanas (entre otras también españolas) en la Isla y al decreto de embargo (definido claramente como tal por primera vez en Salamanca) y que aún perdura por causas claramente implícitas en derecho nacional e internacional (recuperación de bienes ilegalmente incautados durante el proceso revolucionario, no consolidado democráticamente en casi medio siglo). Cualquier tribunal a posteriori fijará sentencias favorables a los titulares registrales si hay aplicación de normas jurídicas en vigor. Cierta prensa americana así lo indica (con matices diferenciados) y confirma el embargo que Norteamérica impone sobre la economía cubana; como también lamentables son las penurias que sufre la población civil en la isla por tal medida, cuya conducta pacífica recuerda a la de otros pueblos sumisos con su sino.

De todas formas ¿Cuál es realmente la causa de que la situación perdure?
Castro desechó tras visita de despedida del mandatario ruso Gorvachov, el último padrino comunista europeo, una transición política “tipo soviético” en 1990 tal vez por temor a perder su integridad física o jurídica a sabiendas que sería enjuiciado más pronto que tarde. Esto lo conocen muchos cubanos, pero también la cúpula que se aferra al poder como única tabla de salvación, por ahora por sus muchos contestararios en la sombra (dentro y fuera).

No obstante Cuba, por nexos culturales, étnicos y obvios de todo tipo con España, debería dejarse apadrinar por el gobierno socialista español para una transición pacífica como ya tuvo lugar, precisamente, en nuestra Patria tras un “interregno” político similar de casi 40 años, cuyo deselace conocemos. Y nadie mejor que nuestro País en este momento con el aporte de avales necesarios (incluso garantías jurídicas) por su preponderancia en la comunidad internacional (y cultura latina). Se considera esta intermediación como la fórmula y objetivo más apropiado, según distintos observadores, para Cuba y para los cuban

1 comentario:

  1. El reciente premio Nobel de la Paz, Presidente de los EE.UU, podría levantar el embargo a que se alude, en beneficio de ambos países. Si bien se aprecia desde la misma Cuba poca colaboración cuando afirman, en medios públicos internacionales, “que no acumula méritos para el citado galardón…”. Por tanto, desde perspectiva analítica personal, apuntar que la situación socio-económica actual (y política), poco agraciada con alcance político universal, debe ser subsanada en beneficio de todo el Planeta. Por tanto, hemos de encomiar todos los indicios que coadyuven a su pronta solución. Este buen deseo se aprecia, e incide claramente, en la conducta del presidente USA Barack Obama desde la propia campaña electoral, en su sincero deseo de reconducir la problemática creada; como ya hizo su predecesor (demócrata) Mr Roosevelt desde la década de los años 30 pasados, tras el crack bursátil de 1929 en N.Y. que dio lugar a funesta depresión en todo el mundo (incluso en la rica Alemania de la época…, con las consecuencias conocidas).
    Lo otro es buscar mayor enconamiento (y no sólo económico) para re-embaucarnos masivamente en otra “depresión” con sus nefastas consecuencias sociales; a veces auxiliada por “posturas políticas” determinadas próximas al neo marxismo revolucionario, que, evidentemente, no logrará la solución como ya se conoce en otros hitos históricos. Ahora más preocupante por la conformación en multi-potencias determinadas, que disponen de poder económico desde fórmulas propias que defenderán, incluso con otro conflicto bélico internacional, haciendo uso, tal vez, de la energía atómica… Quizá por esta otra circunstancia se le ha concedido el Premio Nobel de la Paz a un presidente Usa de color, con buena voluntad y decisión altruista, jamás imaginado en los casi 250 años de historia desde la creación y ascenso problemático de su gran país…, que aún no tiene los “pies de barro”.
    Y que, además, es parte interesada en este “maremágnum universal”…
    HISTORIA_PERIODISTICA

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